La madre se está muriendo y el hijo logra regalarle lo que más quería
Ver a los hijos terminar sus estudios es un momento significativo para muchos padres y una madre de Oklahoma, en los Estados Unidos, se preocupó tanto por asistir a la ceremonia de graduación de su hijo menor que lo pidió como último deseo en una cama de hospital.
Caleb Woodrum estaba cerca de termina su último año de secundaria cuando su madre se agravó. Stacie Scyrkels sufría de insuficiencia cardíaca congestiva y también esperaba poder asistir a la graduación del joven, con el paso de los días la familia entendía que las posibilidades eran cada vez menos.
Junto al director de Blanchard High Scholl, Greg Jackson, el joven Caleb planeó una forma para que su madre asistiera a su graduación. Durante seis años, el joven de dieciocho años se ocupó de la mujer y también la acomáñó a las citas con los médicos. Cuando su estado de salud empeoró, el personal de Integris Health Southwest Medical Center de Oklahoma City quiso ayudarla.
"El hospital me llamó y me dijo: "Escucha, las cosas se están poniendo feas para tu suegra y lo único que quiere es ver a su hijo menor graduarse". Entonces les dije: '¿Qué debo hacer? Hagámoslo", contó Cara Harris, cuñada de Caleb.
El personal del hospital y la familia prepararon una fiesta. Christina Hopkins, enfermera del hospital y Kati Crouch, terapeuta respiratoria, estaban las dos involucradas en el equipo de cuidados de Stacie y fueron ellas las que organizaron la sorpresa. En tan sólo 24 horas, Caleb se graduó. Un día después, Woodrum tenía un sombrero y un traje, listo para la ceremonia. El personal del hospital se comunicó con la Escuela Secundaria de Blanchard y su director inmediatamente se unió al proyecto.
La ceremonia fue conmovedora para todos los presentes. El video del día especial muestra a la familia, a los amigos y al personal del hospital que animan a un Caleb fuerte y sonriente. Con un sombrero y una bata marrón, sostiene suavemente la mano de su madre mientras Jackson le entrega el diploma.
Las lágrimas corren y el adolescente abraza a su madre después de haber cumplido su último sueño. Es emocionante verlo y el sentimiento de amor entre madre e hijo es tangible. Stacie se fue pacíficamente al día siguiente, para su cumpleaños número 57.