Le pide dos semanas de vacaciones en el trabajo, pero su jefe se niega: renuncia y decide cambiar de vida
A muchas personas les encanta viajar: no hay nada más hermoso que permanecer sorprendidos descubriendo las maravillas que el mundo tiene para ofrecer, pero en la mayoría de los casos no es posible explorar un lugar nuevo durante 365 días al año y quizás sea por eso que muchos trabajadores esperan la llegada de sus días de vacaciones con impaciencia.
Kate Kennedy estaba cansada de su vida monótona y estresante en su trabajo como manager de eventos. Sólo quería un descanso de dos semanas para relajarse y disfrutar de un bonito viaje, pero cuando su jefe le negó las vacaciones anuales, se dio cuenta que debía cambiar radicalmente su existencia.
via DailyMail
Así que decidió, junto a su pareja Steve, de 45 años, dejar el trabajo y partir hacia una aventura alrededor del mundo a bordo de una caravana. En 6 años visitaron países como Turquía, Grecia, Italia y Eslovenia y la pareja está disfrutando de la libertad de vivir según sus ritmos. Kate, de 30 años, de Leeds, contó: "No estaba feliz con la vida que tenía. Pero la gota que colmó el vaso fue la falta de posibilidad de irme de vacaciones. Me imaginaba pasar mi vida en la oficina aburrida hasta los 60 años, para luego jubilarme y ver todo lo que siempre había soñado ver desde cuando tenía veinte años. No era lo que quería. Quería vivir mi vida en el aquí y ahora".
Kate y Stev se conocieron en un bar en el 2011. Después de seis meses de su primera cita, volaron hacia Roma para su primera experiencia en una caravana. Cuando regresaron a su casa, no perdieron tiempo y compraron su propia caravana, para poder seguir viajando en Europa.
"Estábamos encantados: hemos comprado nuestra primera caravana por 5.000 libras esterlinas. La tomamos rápidamente y desde entonces nunca más nos detuvimos", contó Steve. Al ser un profesional libre, Steve ya tenía una cierta flexibilidad en su trabajo, pero Kate veía al suyo como "rígido y aburrido" y decía que estaba "siempre bajo presión". Desde la dimisión de Kate, la pareja compró una caravana más nueva, proporcionándole todas las comodidades. Desde entonces sigue cumpliendo el sueño que había comenzado en el 2017, dando vueltas por el mundo con su casa sobre ruedas. Kate, mientras tanto, encontró un trabajo más flexible que puede realizar remotamente y la pareja logra trabajar durante ocho horas al día con "intervalos irregulares", comenzando a menudo a las 4 de la mañana.
"Nos gusta vivir en la caravana: es pequeña, por lo que es muy fácil de limpiar, económica para calentar y nos permite ir a donde querramos. Preferimos ir a pequeños lugares como Kos, Santorini y St. Mauritz y nos divertimos con los deportes en la nieve en invierno. Nuestra caravana no es solamente un medio de transporte para movilizarnos, es nuestra casa. Aquí está nuestra vida", explicó Kate.
Una decisión de vida definitivamente valiente y fascinante, ¿no lo creen?