Mujer da de comer a 1600 personas con sus cosechas: vándalos esparcen sus campos de sal
No sucede muy a menudo, pero en ocasiones pasión y trabajo coinciden dando vida a un sentido de plenitud profunda. Si luego para vivir se tiene la suerte y la disponibilidad de ayudar a los demás, entonces levantarse a la mañana para trabajar es seguramente todavía más gratificante. Hacer el bien para ayudar a los demás y a uno mismo: suena "romántico" pero está quien de este mantra encontró su filosofía de vida.
Este es el caso de la protagonista de esta historia que ayuda, concretamente, las personas más en dificultad partiendo justamente de las raíces, sus raíces: aquellas presentes en sus campos cultivados.
via Mirror
Carly Burd, 43 años, es una orgullosa mujer dedicada a lo "ecológico": cultiva la propia fruta y verdura en una parcela de tierra de su propiedad. Los encarecimientos de la vida, es justo el caso decirlo, no hacen descuentos a nadie y la comunidad de Carly no es la excepción.
Sin embargo, incluso sufriendo en primera persona de una enfermedad crónica y percibiendo subsidios del Estado, no ha dudado en compartir con la gente del lugar en dificultad sus productos, fruto del sudor de su frente. Este gesto suyo altruista no parece haber sido apreciado por todos, es más.
Algunos vándalos, verdaderos criminales, se introdujeron en su propiedad agrícola destruyendo cada tipo de cultivo. Pero no si limitaron "solo" a arrancar, pisotear y aplastar sus esfuerzos.
De hecho voluntariamente y deliberadamente han "salado" sus tierras: han esparcido con sal toda su tierra incluso para que no puediera ni siquiera volver a crecer nada. Un acto terrible y despiadado que ha llevado a la mujer a una crisis de llanto y una profunda frustración.
Desde aquí ha nacido la idea de compartir su desagradable experiencia en la web, documentando todo con un video publicado en las redes sociales: "he salido esta mañana y he notado algo extraño, vi sal. Más de cinco kilos de sal fueron esparcidos en mi terreno. No se trata de una obra de algún malhechor, ha sido un adulto que sabía que cosa estaba haciendo. Me siento como si hubiese dado una fuerte patada en la cara".
Pero la mujer no se dio por vencida no obstante el daño enorme que ha sufrido y que involucrará inevitablemente a todas las personas a las cuales le regalaba sus productos.
"Debemos continuar siguiendo adelante, yo y todos los voluntarios. Sobre esta tierra no crecerás más nada. EStamos entonces proyectando hacer un espacio al aire libre para tomar un té o un café; haremos una cena e invitaremos a toda la comunidad", exclamó la mujer de pulgar verde.
Carly quiere continuar a ayudar a los más necesitados y así es que decidió abrir un proyecto con fines benéficos:A Meal on me With Love donde es posible sostener sus proyectos. A nosotros no nos queda nada más que compartir su historia para ayudarla en su actividad solidaria "bio".
