Su perro le salva la vida: "olfateó" a un donante de órganos compatible mientras estaban de vacaciones

Unas vacaciones son generalmente un momento de ocio, la posibilidad de desconectar y recargar energías. En este caso fue un punto de inflexión para una mujer que vio su futuro a salvo. ¿En qué sentido?

Bueno, digamos que no todos tienen la suerte de poder disfrutar aunque sea de la salud. La damos por sentada quizás, pero no es así en absoluto. La protagonista de esta historia había estado luchando durante más de una década con una mala enfermedad crónica y lamentablemente las cosas estaban cada vez más alarmantes. Luego, su perro, durante unas vacaciones en la playa, resolvió todos sus problemas.

via Mirror

Lucy Humphrey, de 44 años, se vio obligada a renunciar de sus vacaciones iniciales: había planificado salir junto a su pareja, Cenydd Owen, de viaje en una caravana. Lamentablemente, precisamente el estado avanzado y debilitante de la enfermedad, los obligó a renunciar a ello: Lucy necesitaba tratamientos constantes y en lugares adecuados.

Por lo tanto al final optaron por una parrillada en la playa. Ciertamente no podían saber que esa en realidad se convertiría en las vacaciones más maravillosas de todos los tiempos.

Todo nació por uno de los perros de la pareja, Indie, un Dobberman. El perro, durante el campamento en la playa, había comenzado a molestar a otro bañista que estaba cerca de ellos. A la tercera vez a Cenydd no le quedó otra opción que ir a disculparse con esa persona...Una persona que, sin embargo, cambiaría para siempre todo.

Katie James, de 40 años, estaba cerca de ella y también había venido en una caravana. Indie había "saltado" más de una vez en sus espacios ladrándole a la mujer. Por lo que la pareja terminó yendo a buscar a su perro para disculparse y terminaron conociendo a Katie. Entre ellos inmediatamente hubo química y rápidamente se pusieron a hablar alrededor de la parrillada.

Hablando salió a la luz una coincidencia fortuita: Lucy, enferma desde hacía tiempo y necesitada de un trasplante de riñón lo más pronto posible, se encontró con Katie, que se acababa de anotar en el registro de donación de riñones. Las dos mujeres, entonces, decidieron intercambiarse sus números de celulares y permanecer en contacto para profundizar el tema. Ambas se hicieron todos los exámenes correspondientes e increíblemente, ¡las dos mujeres resultaron ser compatibles para un trasplante al 100%!

"El cirujano nos dijo que había una posibilidad en 22 millones de encontrar una compatibilidad entre dos perfectos desconocidos, yo no habría sobrevivido más de algunos años sin la operación: ¡era exactamente lo que necesitaba!"

Katie entonces donó su riñón a Lucy y así terminó la improbable historia: ¡una mujer tuvo un futuro garantizado al cual seguir viendo y otra pudo formar una amistad inquebrantable!