Se baña cada 3 semanas y casi nunca se lava el cabello: "no me importa lo que piensa la gente"
Tener hábitos que marquen nuestros días es una prerrogativa de todos. Estos pueden ser del trabajo, la limpieza de la casa, las relaciones interpersonales y obviamente, también del cuidado de uno mismo. Cada uno de nosotros elige dedicarse algunos minutos u horas de nuestro día para tomarse un baño caliente o incluso para ir a la esteticista a recibir un buen masaje. Según las propias necesidades y del tiempo que uno tiene a disposición, hombres y mujeres eligen por un determinado camino.
Hay cosas que son "obvias" que cada uno hace a diario y no están ligadas particularmente a momentos de relajación. Ducharse es una de estas, como también lavarse con champú y mantener bien limpia la piel de la cabeza para que el cabello esté bien y no se vea grasoso o fuera de lugar. Sin embargo, no todos están de acuerdo con estos lavados frecuentes y la mujer de la que estamos por hablarles es una de ellas.
via The Sun
Clare Sandiford, de 52 años de Formby, Merseyside, Reino Unido, decidió cambiar su rutina de cuidado personal y eligió ducharse y lavarse el cabello con menos frecuencia con respecto a cómo lo hacía antes. Madre de una adolescente, es una trabajadora de apoyo para la salud mental y quiso hablar del por qué de su decisión.
La mujer confesó que todo comenzó en un período en el que sentía particularmente pereza: "Antes me lavaba el cabello cada dos días -contó- era una costumbre ya fijada y siempre tenía el miedo de que, superado este lapso de tiempo, podía resultar excesivamente graso ante la mirada de los demás. No quería que me juzgaran y seguí adelante con la misma frecuencia durante años -continuó- Luego me di cuenta que no tenía ganas de seguir haciéndolo y poco a poco comencé a dilatar los tiempos".
De tres veces a la semana pasó a lavados menos frecuentes hasta que su cuero cabelludo se acostumbró de otra manera y parece que resiste también por varias semanas o meses enteros sin ser lavado. Clare contó lo complicado que fue al principio manejar la forma y el efecto grasoso que tenía su melena, pero las cosas mejoraron cada vez más.
"No me preocupo por los demás: trabajo desde mi casa y nadie puede verme, excepto en el supermercado, pero no me hago demasiados problemas -contó- Mi cabello nunca estuvo tan saludable, sin contar el ahorro de agua y jabón notables y mi economía se ha beneficiado mucho de ello.
Su decisión ha desatado algunas dudas y no pocas críticas, pero Clare no tiene la intención de cambiar en función de los demás.
¿Para ti es un buen hábito o sería mejor lavarse el cabello con una mayor frecuencia?