Niña con síndrome de Down se convierte en la peluquera personal de su hermana
El vínculo entre hermanas es único y especial, hecho de amor, complicidad y apoyo: cuando una de ellas tiene necesidades especiales, este vínculo se hace aún más estrecho y profundo. La hermana mayor se convierte en una guía, una protectora, una confidente, mientras que la hermana menor se convierte en una fuente de inspiración, de alegría, de aprendizaje. Juntas pueden afrontar los desafíos de la vida con coraje y determinación, sin sentirse nunca solas o diferentes.
La historia que estamos por contarles es un claro ejemplo de esta maravillosa relación entre hermanas, las cuales encontraron una pasión en común que las unió aún más. Descubrámosla.
via People
El vínculo entre Kalista Hesch y su hermana de 11 años, Worthy Rigelsky, es inquebrantable y se destacó en las redes sociales gracias a sus divertidos videos en los que bailan y se divierten en su casa de Wisconsin, Estados Unidos. "Si tuviera que describir a Worthy con una sola palabra, diría alegría", dijo Kalista, hablando de la hermana adoptada hace seis años por sus padres. "Puede tener sus momentos, pero el 99% del tiempo siempre es pura alegría y felicidad".
Worthy es una chica enérgica que, además de mostrar sus habilidades con el cabello y el maquillaje a millones de personas en Instagram, le encanta ocuparse de los demás. "Es tan amable que cuando alguien viene a visitarla, toma un cepillo y comienza inmediatamente a peinar su cabello", cuenta Kalista.
A pesar de que nació con síndrome de Down, una enfermedad genética que causa discapacidades intelectuales y retrasos en el desarrollo, Worthy demostró tener un lado atrevido y detallista, convirtiéndose en una pequeña perfeccionista.
Kalista revela que ella y Worthy se acercaron cada vez más en los últimos años y descubrieron su amor en común por Instagram durante una pijamada: "Worthy estaba detrás mio, arreglándome la camisa y ajustando mi collar. Hizo lo mismo con mi cabello y todos enloquecieron", recordó Kalista.
"Worthy representa una parte importante de mi vida y cada vez que veo su gran sonrisa, estoy agradecida de tenerla siempre conmigo. No sé qué haría sin ella", comentó la joven.
Estas dos hermanas son el claro ejemplo de cómo un comportamiento positivo puede ser contagioso y que compartir la alegría con los demás significa llevar una sonrisa a la vida de las personas.