La despiden en el acto por su color de cabello: "nunca pensé que podría suceder esto"
Cuando eres joven piensas que todo está a tu alcance, nos sentimos "omnipotentes", capaces de hacer cualquier cosa y quizás cada tanto solemos pecar de soberbia. Sin embargo, a veces suceden hechos que simplemente son justificables por la edad "rebelde" de personas poco más que adolescentes, pero a veces también sucede que son los adultos quienes toman decisiones discutibles. Como en este caso.
La protagonista de esta historia, de hecho, una joven trabajadora, fue víctima de un escenario polémico y todo sucedió de un día para el otro. Descubramos qué fue lo que sucedió.
via Today.it
Francesca Sparacino, de 24 años, se encontró de la noche a la mañana con una inesperada carta por "falta de superación de prueba", es decir, un documento que le comunicaba el final de su relación laboral. La joven trabajaba para un negocio de ropa, Suit Benedict y aquí era vendedora.
También lo hacía muy bien: "desde cuando fui contratada el negocio llegó a facturar hasta 1200 euros en un sólo día, mientras cuando yo estaba empezando me acuerdo que habían días completos en donde no entraba nadie. Poco antes de ser despedida incluso me habían encargado de organizar las vidrieras y había comenzado a formar a una nueva compañera". Cuenta la joven.
Sin embargo todo su trabajo duro no pareció ser suficiente para su jefa que le entregó esa fatídica carta. ¿Los motivos? Su cabello, por supuesto.
Francesca de hecho se había teñido el pelo de un violeta vivo y también les había advertido a sus superiores de su cambio de look, pero su nuevo color vibrante fue lo que hizo nacer el enfrentamiento: "el color que has elegido no es como el que habíamos hablado", acusó su encargada. "Habíamos acordado que te lo ibas a hacer en una tonalidad caoba oscuro, no fucsia". Agregó la mujer cuando Francesca trató de discutir.
Porque la joven tenía sus razones para permanecer perpleja por la tensión que se había creado: una colega había tenido durante un tiempo el cabello azul y por eso le había señalado que las "peticiones" que se le señalaban no se adaptaban a todos los empleados y eso no era justo. La mentalidad de Francesca era bien clara y directa: "prefiero ocuparme bien del negocio que darle importancia a estos aspectos estéticos, entre otras cosas nunca me llamaron por mi trabajo y siempre me presenté prolija y perfumada al trabajo".
Pero no hubo manera, al día siguiente después de la discusión por chat Francesca fue despedida. Sorprendida y desilusionada por esa candente noticia la ex empleada acudió a un abogado que definió el trato sufrido por ella como discriminatorio: ahora están en juicio con el negocio y esperan al menos una compensación económica. ¿Ustedes qué piensan?