Después de 40 años de convivencia dos ancianos de 80 años deciden jurarse amor eterno (+VIDEO)
A menudo escuchamos que cada uno de nosotros está destinado a encontrar a su alma gemela, que somos sólo la mitad de la manzana y que tarde o temprano deberá ser completada. Pero el amor verdadero, lo sabemos bien, no es tan fácil de encontrar y después de muchos años de "búsqueda" nos podríamos incluso cansar de esperarlo. Sin embargo, cuando llega, altera la vida y es bonito pensar en poder pasar toda la existencia junto a una sola mujer o a un solo hombre.
Esto es lo que les sucedió a los dos maravillosos protagonistas de esta historia: un hombre y una mujer que vivieron lado a lado durante casi medio siglo y que, a pesar de los muchos años vividos juntos, decidieron jurarse amor eterno.
via Tvyfarandula
Yo ♥ San Pedro de la Cueva/Facebook
Ellos son Genoveva Romero Encinas, de 86 años y Francisco Maldonado Valenzuela, de 88 años, ambos ciudadanos mexicanos, que emocionaron a toda la web con la celebración de su amor. Después de 40 años de convivencia y a una edad bastante avanzada, los dos enamorados se dieron cuenta de que había llegado el momento de congelar su vínculo con una promesa solemne.
Por lo que decidieron casarse y organizaron la boda que definitivamente los decretaría marido y mujer. La ceremonia tuvo lugar en la parroquia de San Pedro de la Cueva, donde miles de personas se presentaron para asistir al gran evento y acompañar a la pareja en un momento muy importante de sus vidas.
Radiantes y enamorados, los novios se presentaron con ropa muy elegante: Don Francisco tenía un traje negro completo con un papillon en el cuello, mientras que Doña Beba llevaba un hermoso vestido blanco con una larguísima cola. La decoración, el ramo y cualquier otro detalle transformaron la ceremonia en un momento mágico.
La mujer fue acompañada hacia el altar por su hermano, José Jesús Romero Encinas y encantó a todos con su expresión feliz y tranquila mientras caminaba hacia el amor de su vida.
Pensar que este sentimiento sea el más fuerte de todos y realmente pueda mover al mundo es casi una obviedad, pero no hay nada más verdadero que esto y estos dos ancianos de 80 años lo demostraron perfectamente. No tenían la necesidad de dar este gran paso antes y esperaron casi cuarenta años para llegar a él, pero al final eligieron unirse no sólo espiritualmente, sino también legalmente.
Una historia que nos hace soñar y que nos hace querer encontrar cada vez más a nuestro Francisco o a nuestra Genoveva, ¿no es así? A nosotros sólo nos queda desearles a estas maravillosas personas todo lo mejor para su nueva vida de marido y mujer.