Una suegra le tira agua hirviendo a su yerno "insoportable" y la situación se agrava
Cuando te vinculas profundamente con alguien se sabe que en realidad se está haciendo una "compra múltiple", que "el paquete completo" es imprescindible de lo que realmente nos gusta: cuando nos casamos, pero también cuando nos comprometemos, tiene que ver no solo con la persona que elegimos tener a nuestro lado, sino también con sus amigos y sobre todo ¡con sus familiares!
A veces las relaciones entre suegros y yernos, por ejemplo, van de la mejor manera o en todo caso no se crean particulares problemas: como máximo nos "soportamos" mutuamente. Pero cuando se llegan a realizar verdaderos actos de violencia se entiende de que algo increíblemente equivocado anda mal.
via Euro.eseuro
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Es exactamente lo que le sucedió a un joven, de 25 años, en Colombia. Parece que Kevin Correo fue literalmente víctima de una suegra, una mujer de 61 años que llegó al punto de la exasperación y realizó un gesto imprudente e impactante.
La mujer de hecho habría volcado agua hervida, contenida dentro de una olla, directamente en la espalda del hombre provocándole quemaduras en la parte afectada.
Kevin fue hospitalizado, pero su condición a pesar de todo no está en estado crítico. Pero ¡¿que la llevó a este acto tan extremo e impactante?!
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Pareciera que la reacción de la suegra fue debido a los malos modales por parte del joven: la mujer reveló cómo este último solía "mendigar" el almuerzo a diario en su casa, con la excusa de ir a buscar a su novia.
Nadie jamás lo invitaba directamente, pero él siempre iba a eso de las 12:30 y permanecía en esa casa hasta que, inevitablemente, se hacía la hora del almuerzo casi obligando a la anciana a preguntarle si quería quedarse a comer allí con ellos. Pero no sólo esto, no solo la idea de los almuerzos y por ende el dinero "disfrutado" completamente a costa de la suegra, sino que hubo otro factor que hizo "explotar de furia" a la mujer.
De hecho ella le había preguntado si podía salir a comprar hielo, a lo que el joven le respondió: "Dios mio segra, ¡¿con la jubilación que tienes no tienes dinero para comprar hielo?!" Esto hizo que la mujer perdiera todos los estribos.
Un acto de todas maneras injustificable que sin embargo da lugar a una reflexión: nunca dar por sentada y aprovecharse de la amabilidad de los demás.