Madre advierte: "no dejen que sus hijos coman estas comidas bajo el sol"

Cuando tienes un hijo pequeño hay que prestar atención a cualquier cosa que lo rodee para evitar ponerlo en situaciones "peligrosas". Sobre todo cuando tiene pocos meses de vida, sus sentidos no están desarrollados y no comprende el mundo como nosotros los adultos, por eso es necesario tener mil ojos para salvaguardarlo. Sin embargo, a veces ni siquiera estos son suficientes y se necesita algo muy pequeño para provocarle un malestar al pequeño.

Exactamente lo que sucedió en la historia que estamos por contarles. En este caso lo que le jugó una mala broma a la pequeña protagonista ha sido un tallo de apio.

via Good Morning America

Reanna Bendzak/Facebook

La historia fue contada por Reanna Bendzak, una mujer de Kamloops de Columbia Británica, Canadá, en Facebook. Después de un lamentable episodio que afectó a su bebé de tan sólo 7 meses, esta madre quiso compartir la experiencia para advertir a otros padres.

En una larga publicación, la mujer contó que su hija pequeña estaba masticando un tallo de apio para aliviar el dolor de las encías causado por sus dientes, cuando sucedió algo completamente inesperado. La bebé estaba junto a su madre y el resto de la familia en una parrillada al aire libre: "No hacía calor, pero había sol, entonces la cubrimos desde el cuello hasta las piernas y además tenía un sombrero en su cabeza -contó la madre- estábamos seguros de que estaba lo suficientemente protegida". Pero no fue así.

La bebé mantuvo el tallo de apio durante 5 o 10 minutos como máximo, pero fue suficiente para que las secreciones de la comida interactuaran con los rayos de sol y la pequeña sufriera de graves quemaduras alrededor de su boca. La reacción, científicamente conocida con el nombre de fitofotodermatitis, se provoca por algunos compuesos presentes en plantas precisamente como el apio, el perejil o la lima. Estos compuestos, si son ingeridos por personas que se encuentran en lugares externos, pueden causar una mayor sensibilidad a los rayos UV.

Reanna Bendzak/Facebook

Esto fue lo que le sucedió a la niña de 7 meses, la cual mostró las primeras señales de esas quemaduras tan sólo a la mañana siguiente de la exposición al sol. "Limpiamos su boca con servilletas -contó Reanna- pero pensándolo bien deberíamos haberle lavado el rostro con agua y jabón, quizás así no hubiera sucedido".

Para comprobar si todo fue causado efectivamente por el apio, la mujer hizo una prueba en su brazo y se demostró que el resultado era el mismo. "Está recuperándose, pero hay que esperar un poco antes de que las cicatrices desaparezcan por completo -escribió en la publicación- Con los días más cálidos que se acercan, por favor, presten atención a qué comidas o bebidas consumen ustedes y sus hijos al aire libre".

Una mala experiencia personal que, sin embargo, sirvió para ayudar a quienes desconocían esta eventualidad. ¿Y tú sabías qué alimentos pueden provocar reacciones similares?