Un joven va a buscar a su novia y es asaltado en el camino

Cuando nos levantamos por la mañana no podemos decir nunca con certeza lo que sucederá. Es cierto, es probable que sucedan los eventos habituales que marcan nuestra rutina de todos los días: prepararse, ir al trabajo y así sucesivamente. A veces, sin embargo, surge un evento que altera nuestro día, a veces hasta incluso nuestras convicciones.

Es exactamente lo que le sucedió al protagonista de esta historia que tenía la intención de pasar un día tranquilo acompañado de su novia. El problema, un gran problema, surgió en un intento de llegar a la casa de esta última...veamos que fue lo que sucedió.

via Twitter

Adrián Quintanilla, un joven mexicano, estaba yendo a visitar a su novia a Ciudad Neza. Debía ser una cita normal: él debía ir a su casa donde pasarían un tiempo juntos despreocupados y alegres.

El joven vivía bastante lejos de la casa de su novia y por eso salió con tiempo de su casa sabiendo que tenía que recorrer varios kilómetros. Pero estaba bastante tranquilo y en cualquier caso afirma que siempre le pareció fascinante la idea de tener una novia que viva en un lugar "un poco salvaje", no siempre frecuentado por buena gente. Le gustaba el escalofrío de la aventura. No podía saber que pronto lo complacerían.

Una vez adentrado en ese territorio completamente nuevo, sin saber en absoluto el camino a seguir, terminó quedándose dormido a mitad de camino en su camioneta. Cuando se despertó encontró a una persona en el lugar que se adelantó y le tendió la mano. Más o menos.

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El hombre que se había acercado primero le había dado todas las indicaciones necesarias para llegar a destino, pero luego le pidió algunas monedas a cambio. Parecía una petición amistosa pero la situación rápidamente empeoró: "Escucha, sé que no eres de aquí, lo puedo ver a una milla de distancia y no creo que te olvidaste la billetera y no tienes nada de valor", comenzó con impaciencia ese extranjero. Por si fuera poco, había levantado su camiseta para mostrarle al joven un cuchillo bien metido en la cintura. El joven, entonces, llegado a ese momento, prefirió sabiamente entregarle su teléfono y dinero.

Todavía incrédulo y asustado finalmente llegó a lo de su novia y le confesó la fea experiencia que acababa de vivir. Pero ya había pasado todo y los dos enamorados terminaron disfrutando su día juntos. Luego alguien golpeó la puerta y la novia le suplicó a Adrián que vaya a abrir la puerta: seguramente era su padre que había vuelto.

Cuando abrió la puerta, el joven se encontró precisamente con el hombre que le acababa de robar hace algunas horas: ¡era el padre de su novia! Los dos se miraron por un largo instante...asombrados y fuertemente sorprendidos...al final Adrián corrió hacia la habitación de su novia y poco después decidió "dejar de molestar". Precisamente cuando estaba saliendo de esa casa escuchó al hombre hablar con la hija diciéndole: "tu amigo se olvidó su teléfono, ten, devuélveselo".

El joven no volvió más a esa casa y su novia se convirtió en su ex: probablemente su deseo de emociones fuertes había comenzado a desmoronarse...