Un oso se "une" al picnic familiar: la grabación de la escena es impresionante (+ VIDEO)
Cuando se decide hacer una bonita excursión con toda la familia, solo se nos ocurre pensar en el aire puro, la tranquilidad, la naturaleza y muchas ganas de divertirse. Compartir una experiencia similar en familia crea recuerdos inolvidables y fortalece los vínculos entre sus miembros. Por lo tanto, ¿por qué dudar y no entrar en un verde y salvaje bosque con la mochila en la espalda?
Bueno, la familia protagonista de esta historia encontró un motivo válido, uno bien grande a decir verdad.
Hablamos de la gran familia de Kaitlyn Nesbit, que grabó en primera persona un evento extraordinario, increíble y al mismo tiempo impactante.
Se encontraban todos dentro de una zona de bosque en Maryland y una vez que se adentraron en la espesa vegetación, decidieron hacer una parada para refrescarse: prepararon una mesa de madera y comenzaron a deleitarse con algunas delicias con un aroma apetecible...
Así hizo su aparición, emergiendo entre algunos arbustos, un ejemplar de oso negro...
La criatura se había movido, lentamente pero decididamente, hacia la familia y olfateando al aire se acercó a ellos. Esa aparición, sin embargo, no había perturbado demasiado a ninguna de esas personas que, por más asombradas e incrédulas que estuvieran, ni siquiera se habían levantado de la mesa.
En el video podemos ver al oso llegar cerca de la mesa y "casi tomando asiento" sobre ella, como si fuera un invitado esperado que llega con unos minutos de retraso: el animal salvaje se apoya literalmente en un rincón de la tabla de madera de la mesa y va con su hocico a "probar" algo de comida allí presente. Un hombre arroja comida en dirección del hocico de la bestia y le deja una "montaña" de esa comida toda para él.
Pero eso no es todo.
El mismo individuo que había "servido" al oso le tiende una mano a él y le da un pequeño "golpecito" como para "acariciarlo".
Durante toda la escena, filmada escrupulosamente por Kaitlyn, podemos escuchar al alegre grupo charlando y haciendo exclamaciones divertidas y de asombro.
Es cierto, en el caso de que encontremos a un animal potencialmente peligroso como un oso es aconsejable no hacer gestos bruscos o levantar demasiado la voz para evitar asustarlo. Pero permanecer totalmente impasible ante un posible peligro de esa magnitud es quizás igualmente desaconsejable. ¿Ustedes qué piensan?