Tiene un malestar en la calle y cae al suelo: transeúntes le sacan una foto en lugar de ayudarlo
Tener personas cercanas, dignas de confianza, siempre es importante: ya sean amigos o familiares su apoyo puede ser útil, a veces incluso indispensable. Se trata obviamente de una relación recíproca que nunca debe darse por sentada, pero en el momento de necesidad es vital estar allí. Lamentablemente, hay ocasiones, momentos, en los que nos encontramos solos o al menos donde no tenemos a nadie que conozcamos a nuestro alrededor. ¿Y si nos sucede algo justo en ese momento?
Sólo nos quedaría entregarnos al prójimo, al buen corazón de quienes puedan cruzarse con nuestra persona. ¿Pero estamos seguros de qué podrían hacer, que harían incluso cualquier cosa? El protagonista de esta historia tiene una idea al respecto.
La historia sucedió en el barrio de Roma, en Italia, donde el hombre de 47 años, Marco, se vio en serios problemas. Acababa de regresar de su trabajo, aproximadamente a las doce menos cuarto de la noche, acababa de terminar una llamada con su pareja en la que le dijo que había llegado a su casa.
Pero pocos minutos después, el hombre, a pesar de ser un donante de sangre en perfecto estado de salud, comenzó a sentirse mal: "si como me sentía cada vez peor, pensé que bajar a la calle y tomar un poco de aire fresco me ayudaría", dijo.
Sin embargo, una vez en la calle la situación no mejoró en absoluto, al contrario.
Marco se apoderó de un fuerte mareo que lo hizo tambalearse hasta caer de rodillas: "comencé a caminar hacia la tabaquería, con la esperanza de encontrar a alguien que me ayudara, pero no logré recorrer muchos metros...", contó.
De hecho, el hombre de 47 años, terminó perdiendo casi todo el conocimiento abrumado por el malestar, lamentablemente al desmayarse se golpeó la cabeza contra la acera, agravando aún más su situación ya crítica: "perdí los sentidos y quedé indefenso en el suelo, no podía moverme o hablar, sentía solamente lo que sucedía a mi alrededor en momentos de lucidez", reveló. Pero quizás hay algo todavía peor en esta historia.
A pesar de lo tarde de la hora, no pocos transeúntes asistieron a la escena que tenía a Marco en el suelo agonizando: "debe ser un drogadicto, vámosnos; mira este vagabundo...que asco", estos fueron algunos de los comentarios que el hombre escuchó mientras tenía una desesperada necesidad de ayuda por parte de personas que lo ignoraron. Alguien incluso se detuvo incluso para filmarlo con su celular. Afortunadamente una persona, después de más de una hora, se acercó al desafortunado preguntándole si necesitaba ayuda.
"¿Estás bien? ¿Necesitas una ambulancia?", le preguntó una voz de mujer. Él logró hacer un gesto de afirmación con la cabeza antes de perder el conocimiento por completo. Al final, Marco se despertó dentro de una TAC y sus condiciones de salud en poco tiempo volvieron a ser óptimas. Fue sorprendido por un síncope y luego de la caída contra la acera había registrado un traumatismo de cráneo. Redactó una nota que dejó en la tabaquería que había intentado llegar para agradecer a la mujer que lo rescató, invitándola a contactarlo a través de su celular.
Esta es la demostración que podemos estar solos incluso en el medio de la gente; además Marco estaba bien vestido y no podía parecer por lo tanto como un drogadicto o una persona "peligrosa". En cualquier caso, en estos casos llamar a una ambulancia no cuesta nada y podría salvar una vida.
