Un padre le escribe una carta a su hijo fallecido: sus palabras son desgarradoras pero vale la pena leerlas
Nuestros seres queridos son lo más importante del mundo, independientemente de todo: a menudo nos concentramos exclusivamente en el futuro y en el bienestar económico, olvidándonos de que la verdadera satisfacción está en tener una familia amorosa y unida.
Debemos dedicar nuestro tiempo a crear recuerdos con las personas que amamos, sabiendo que podría ser la última vez que lo hacemos. Un hombre que trabaja muy duro todos los días para garantizar la mejor calidad de vida a su familia lo descubrió de la forma más difícil.
via Upsocl
JR Storment, fundador de una empresa tecnológica, recibió una llamada que le comunicaba la triste noticia del fallecimiento de su hijo Wiley, una muerte que sucedió mientras dormia debido a complicaciones ligadas a una leve forma de epilepsia infantil. En el momento de la llamada Storment estaba en una conferencia con otras 12 personas. Anteriormente había hablado con los colegas sobre cuánto deseaba planificar unas vacaciones desde el nacimiento de Wiley y de su gemelo. Ahora considera esos ocho años "desperdiciados".
Después de recibir la noticia, JR abandonó inmediatamente la oficina y se dirigió a su casa. Tuvo que esperar dos horas y media para poder decirle adiós en privado a su hijo, ya que el médico legal debía efectuar los controles de rutina antes de entregar el cuerpo. "Nos quedamos allí con él durante 30 minutos, acariciándole el cabello, antes de que vinieran con una camilla para llevárselo. Sostuve su mano y su frente a través de la bolsa mientras lo cargaban por el camino de entrada", contó.
El padre decidió compartir su experiencia en una carta abierta publicada en Linkedin, donde ofrece un consejo a todos los padres: "Mi consejo es que abracen a sus hijos, pasen más tiempo con ellos y no trabajen hasta tarde: "Imagino que muchos de ustedes tienen reuniones durante todo el día con compañeros de trabajo, pero ¿planean regularmente pasar tiempo con sus hijos? Si hay una lección que hay que aprender de esta triste historia, es la de recordar a los demás y a mí mismo, que no hay que perder de vista lo que realmente importa".
"Mientras estaba sentado escribiendo esta publicación, mi hijo, Oliver, vino a llamar mi atención. En lugar de decir el habitual 'no', dejé de escribir y pregunté si podía jugar con él. Se vio felizmente sorprendido por mi respuesta y nos conectamos de una manera que antes me lo hubiera perdido. Las pequeñas cosas importan. Un lado positivo de esta tragedia es la mejora en la relación que tengo con él", continuó.
"La vida es corta y no podemos desperdiciarla solo con el trabajo. No sabemos nunca si nos despertaremos mañana o cuánto tiempo nos queda por vivir. Siempre tengan en cuenta que sus hijos son lo más importante del mundo y que deberían ser siempre la prioridad de ustedes. Intenten crear con ellos maravillosos recuerdos que quedarán por siempre. Nunca se vayan a dormir sin decirles lo mucho que los aman", concluyó el padre.
La trágica experiencia, de todas maneras, le regaló a JR y a su esposa un vínculo más sólido con el hijo sobreviviente y una mayor sensibilidad sobre el tiempo de calidad para pasar en familia: lecciones valiosas que no deberían nunca ser subestimadas.