Después de casarse ya no sale sola de su casa: "mi esposo no me deja"
Amarse y quererse representa una multitud de conceptos, sensaciones y deberes. Pero sin desviarnos de los usos, costumbres y tradiciones de muchos países, podemos afirmar que significa ante todo respeto y libertad recíproca. Una pareja ideal, de hecho, se apoya mutuamente, se respalda en momentos de necesidad e intentan dividir lo más parejo posible las responsabilidades y tareas sin imponerse a la otra persona. Durante muchos años, a través del tiempo, hubo una clara separación de roles en función del género: básicamente la mujer se ocupaba de la casa y de los hijos, mientras que el hombre se ocupaba del mantenimiento económico y luego de su protección.
Por supuesto, la sociedad evolucionó notablemente en este sentido y algunas "distinciones" ahora suenan intolerantes y anacrónicas. La palabra clave de hoy es "igualdad", siempre y en cualquier caso. Sin embargo, hay quienes eligen renunciar a mucho, muchísimo, con el fin de complacer a su pareja.
via Nypost
Holly Joyce, de 28 años, dice que no podría estar más enamorada de su pareja y desde hace algunos años, esposo Dougie. Una pareja feliz que esconde, sin embargo, una insólita "promesa", un acuerdo verbal estipulado entre los dos: ella no puede salir de la casa sin que su esposo la acompañe.
Más precisamente, puede ir a negocios a hacer compras, a la peluquería o al supermercado, pero no se le permite salir con personas o ir a determinados lugares sin la presencia de su esposo. "Su familia es muy tradicionalista, irlandesa y tengo que someterme a sus decisiones, eso es todo", contó la joven en una entrevista.
Él es un luchador profesional a manos desnudas con una cierta fama, mientras que ella era una azafata. Quizás se estarán preguntando por qué hablamos del trabajo de Holly en el pasado.
Pero es sencillo, tuvo que renunciar también a su carrera además del hecho de poder salir cómo y cuándo quiera: "abandoné mi vieja vida para estar con él", confesó. Pero no cree que se está perdiendo de nada con sus nuevos "hábitos".
"No siento que estoy cumpliendo ningún sacrificio al tener que obedecer a sus reglas, sé que es así de duro porque quiere protegerme y además no renuncio definitivaente a nada: cuando quiero ir a hacer algo en particular sólo tengo que preguntárselo. En cualquier caso, preferiría hacer cualquier actividad a su lado, por lo tanto es lo mismo", explicó la joven de 29 años.
Dougie es también muy exigente con lo que respecta al cuidado de la casa y de sus hijos: "espera que todo esté perfectamente en orden y que siempre sea servido y venerado: no se sirve ni siquiera para tomar solo", confesó su esposa. " A cambio", sin embargo, ella puede vivir una vida total de comodidad y lujo: su boda costó casi 70.000 dólares y el luchador posee autos de alto valor. "Me cuida en todos los aspectos por eso si él es feliz yo también lo soy", concluyó Holly. ¿Tú qué piensas de su "particular" estilo de vida de casados?