Pareja de ancianos es desalojada por su hijo y la nuera. Así es como se ven obligados a vivir
En la vejez, el cuidado de la salud se convierte en una importante prioridad: además de adoptar un estilo de vida saludable, es fundamental vivir en un ambiente adecuado que favorezca el bienestar. Debe ser un ambiente seguro, cómodo y accesible, con acceso a servicios de salud adecuados como también apoyo social y comunitarios.
Esta última parte es un compromiso que muchas veces es cumplido por los hijos, pero -lamentablemente- esta no ha sido la suerte de una pareja de ancianos que, durante una terrible noche, fueron expulsados de su casa y se quedaron sin techo. Aquí su historia.
via Semana
La historia comenzó un día normal cuando la pareja de ancianos salió a hacer las compras: nunca se hubieran imaginado que esa rutina diaria se convertiría en una pesadilla.
Cuando regresaron, descubrieron con angustia que la cerradura de la puerta de ingreso había sido cambiada y por lo tanto cada intento por entrar fue en vano. En un instante, comprendieron la triste realidad: su mismo hijo y la nuera los habían despiadadamente expulsados.
Fue aún más trágico el hecho de que no les permitieron ni siquiera llevarse sus pertenencias. Tuvieron que dejar todo, llevándose solamente lo que tenían puesto. Según los medios, los dos ancianos eran artesanos y todas las herramientas de su trabajo permanecieron dentro de la casa, privándolos del único medio de sustento con el que podían garantizarse una vida digna.
Los vecinos explicaron que la pareja se vio obligada a vivir dentro de un auto antiguo, improvisando camas con mantas y cartones y con escasos recursos a disposición. Desde hace más de dos semanas, soportan esta situación desesperada y logran sobrevivir solamente gracias a la generosidad y a la solidaridad de los vecinos que les proporcionan comida y un refugio improvisado.
Uno de los vecinos le dijo a un periodista: "Los vi comprar esa casa y cuidarla con esfuerzo y sacrificio. Cuando volvieron de hacer las compras, se encontraron ante la dura realidad: 'ya no pueden entrar aquí', les dijo su hijo y nuera, y todas las puertas se cerraron.
Fueron apartados de sus vidas y se encuentran en una situación de pobreza". El tema llamó la atención del Presidente de la junta vecinal que denunció la falta de reacciones adecuadas por parte de las autoridades competentes. "Los vecinos se están comprometiendo al máximo para ayudarlos, ofreciéndoles abrigos, comida y hasta incluso permitiéndoles el ingreso a sus propios baños", explicó el presidente.
"Trato de garantizarles al menos una comida al día", agregó Paulina Piriz, una residente del barrio. "La señora percibe también una jubilación, pero la nuera logró sacársela. Su situación deriva de la codicia de su hijo y de su esposa", agregó.
Gracias a la increíble solidaridad de los vecinos, los ancianos encontraron la fuerza para resistir y tienen la esperanza de poder reconstruir sus vidas: la comunidad sigue velando para que puedan recuperar su dignidad, recuperar su casa y superar esta triste e injusta historia.