Nunca deberías colocar los paños de cocina sobre la puerta del horno: es una cuestión de salud
A veces hay costumbres, hábitos, que se "apoderan" de nosotros. Se convierten en parte de nuestra rutina y como tales dejamos de pensar si esas acciones pueden efectivamente ser seguras como pensábamos. Basta pensar en cómo lavarse cuidadosamente los dientes o las manos: son muchas las personas que realizan estas acciones de forma aproximada pensando, de hecho, que lo están haciendo a la perfección.
En el ámbito de la cocina, donde limpieza e higiene deben primar, son muchos los "procedimientos" que realizamos casi inconscientemente poniendo en riesgo nuestra salud, la de familiares y la de eventuales invitados. Una entre tantas se la puede ver echando un vistazo solamente al entrar en la cocina.
via Sciencedaily
A menudo solemos dejar el paño de cocina colgado con el cual nos secamos las manos del agua y restos de comida.
Esa especie de "toalla" a menudo es maltratada por todo el ambiente e incluso cuando se presta más atención se tiende a ponerla en el lugar equivocado: sobre la puerta del horno. ¿De hecho estamos seguros que es el mejor lugar para colocar esta pedazo de tela?
El problema principal es que, al usarse con mucha frecuencia -aunque sea por algunos segundos- es fácil entrar en contacto con numerosos gérmenes. Nada más sencillo: quizás tocamos la carne cruda, luego nos lavamos repentinamente las manos (sin usar el jabón incluso) y luego nos secamos con la misma rapidez sobre el paño de cocina. Y en un instante el daño está hecho.
Además es muy probable que también cuando no estamos directamente en contacto con el paño de cocina este pueda estar contaminado de igual manera: por eso es muy importante ponerlo en el "lugar correcto". Con sólo abrir el típico horno cuya puerta tiende abrir hacia nosotros inclinándose hasta llegar a una posición "horizontal", ¡tendremos como resultado que el paño de cocina toque el piso si lo hemos doblado y colocado sobre la puerta en cuestión!
En consecuencia, nos encontraremos con un trapo útil, que siempre es mejor tener a mano, lleno, sin embargo, de bacterias recogidas directamente del suelo. Entre microbios y bacterias que habitan en las superficies y algunos alimentos no lavados adecuadamente el riesgo de sufrir una intoxicación alimenticia no es para subestimar.
Para estar más tranquilos los paños de cocina deberán colocarse en ganchos especiales, ¡posiblemente colocados bien lejos de cualquier electrodoméstico! Les aconsejamos entonces prestar atención sobre eso, lavar de la mejor manera y con frecuencia las manos, los alimentos y los paños de cocina.