Mujer embarazada se desmaya en el tren: el motivo es espantoso por decir poco espeluznante
Los días de todos son agotadores: vamos hacia adelante y hacia atrás entre miles de compromisos y nos parece siempre que el tiempo no es suficiente para hacer todo. Estresado y bajo presión, también nuestro cuerpo lo sufre e intenta aprovechar cualquier momento para encontrar un poco de descanso reparador. Cuando estamos volviendo a casa del trabajo, por ejemplo, o de cualquier otro lado y nos movemos con el transporte público, no podemos esperar, subiendo a bordo, encontrar un asiento vacío para acomodarnos. Es un sentimiento común, no podemos negarlo, pero sabemos también que en el autobús, subterráneo y trenos hay lugares con prioridad que están reservados para quienes más lo necesitan.
Una regla que teóricamente deberían respetar todos, pero no es así siempre y lo atestigua la historia que estamos por contarles.
via Mirror
La historia ha sido contada por una madre en el portal Mumsnet, para compartir sus pensamientos y entender, pidiendo la opinión de los demás, si su pensamiento era exagerado o no.
"Viajo al menos dos veces a la semana en los trenes y estoy notando cada vez más lo raro que es ceder un asiento -comenzó la mujer- En mi último embarazo no era así, pero estoy notando la diferencia. Estoy embarazada de 34 semanas y mi panza no está oculta por ropa vistosa, motivo por el cual uno se da cuenta de mi condición -continuó- No se bien el motivo, pero sufro de presión baja y en esta etapa del embarazo, sobre todo en lugares con mucha gente, me vuelvo muy débil. Estoy segura de que le sucede también a otras mujeres embarazadas y sé que no soy la única".
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A pesar de todo, las personas a su alrededor fingen que no ha pasado nada y siguen encerradas en su mundo con sus celulares, quizás libros, pero de todas maneras lejos de la realidad de quien necesita incluso la más pequeña atención. En su relato, además, esta mujer señala que a veces pidió poder sentarse o alguien lo hizo por ella, pero sin éxito.
Un día, aparentemente, al sentirse muy débil y después de varios intentos para que le cedan el asiento, se desmayó. "Ese día me sentía realmente mal -confesó- No lograba mantenerme de pie e intenté 3 veces pedir el asiento, pero fingieron no escucharme y al final, me desmayé. Estos comportamientos me desaniman para hacerlo en un futuro".
La pregunta que se hizo y que también le dirigió a los usuarios es si era descabellado pensar que la mala educación de las personas llegó a niveles que nunca se habían alcanzado.
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Muchas fueron las personas que dieron su opinión, pero no todos estuvieron a favor de la madre. Para algunos ceder el asiento, sobre todo los prioritarios, a quienes realmente los necesitan como ancianos y mujeres embarazadas, es algo que se da por sentado y que debería hacerse sin dudas. Otros, por el contrario, señalaron que no es tan normal. "Es un terreno muy delicado -dijo un usuario- a veces no sabes cómo comportarte porque puedes encontrarte con un hombre o una mujer que se siente ofendido por tu pedido y te mira mal".
Además, hay quienes aconsejaron que pregunten siempre, si sienten la necesidad de sentarse durante algunos minutos, teniendo en cuenta algo: nunca dar por sentado que quienes ocupan el asiento no tienen problemas que no son visibles. Si una persona no se levanta inmediatamente, podría a su vez tener un impedimento, quizás no manifiesto, pero no por eso menos importante.
¿Y tú qué piensas de este tema y cómo te comportas habitualmente en situaciones similares?
