El niño quisiera guiar el auto, pero tiene los ojos sobre su perro...
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Si piensan que los perros no pueden guiar, seria obligado a creerlo. Quizas la pequeña Daisy no logra a llegar a los pedales, pero al volante es un as. La mama de este niño explica la situacion: a controlar la velocidad es ella gracias a un telecomando, pero es la perrita a girar el volante a todos lados delante de los obstaculos. Y mas de una vez!
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